FIRMA DEL PRÉSTAMO DEL ESTADO DE CHILE CON EL BID PARA LA EJECUCIÓN DE LA FASE II DEL PROGRAMA ORIGENES

Más de 34 mil familias de los pueblos aymara, atacameño, quechua y mapuche participarán en la segunda etapa de este exitoso programa, cuya ejecución es posible gracias a un préstamo del BID y el desembolso de 65 millones de dólares de parte de los Ministerios de Planificación y Agricultura.

El gobierno de Chile y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) firmaron el 02 de Noviembre un contrato de préstamo por 45,2 millones de dólares para la ejecución de la segunda fase del Programa Orígenes. A este monto aportado por el organismo internacional se suman 65 millones de dólares provenientes de los ministerios de Planificación y Agricultura.

El contrato fue firmado por el titular del BID, Luis Alberto Moreno, y el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, en el salón de audiencias del palacio de La Moneda, ceremonia que encabezaron la Presidenta Michelle Bachelet y la ministra de Planificación, Clarisa Hardy. Los pueblos participantes en esta segunda fase del Programa Orígenes estuvieron representados por los consejeros de la Conadi Zenón Alarcón, consejero aymara; Wilson Reyes, consejero likan antay (Atacameño); y José Santos Millao, consejero mapuche.

En la segunda fase de Orígenes participarán 1000 comunidades indígenas rurales con una cobertura total en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Bío Bío. Mientras, en La Araucanía y Los Lagos se trabaja en un proceso de selección de territorios y comunidades. En términos generales, en el programa participan 34 mil familias de los pueblos aymara, atacameño, quechua y mapuche.

“Estamos instalando un programa que compromete 10 años de gestión pública continuada; la sostenibilidad de las políticas públicas pasa por iniciativas de esta naturaleza. Esto es realmente una señal de modernización del Estado y un modelo de gestión que permite asegurar eficacia en los resultados”, dijo la ministra Hardy al destacar las fortalezas de Orígenes.

Asimismo, la ministra destacó la forma en que el programa ha aprendido de su propia experiencia, lo cual apunta al desafío de incluir con identidad a las comunidades indígenas a las estrategias nacionales de desarrollo.

“Lo más importante es acompañar la restitución de las tierras con sustentabilidad productiva y que los indígenas puedan vivir de su trabajo y mejorar sus condiciones de vida. El desarrollo no es sólo sustentabilidad productiva, es salud, educación, habitabilidad, infraestructura”, dijo la secretaria de Estado.

En su segunda fase, Orígenes profundizará sus aportes para lograr sustentabilidad y desarrollo productivo de las 34 mil familias participantes, agrupando comunidades en mesas de trabajo, con participación indígena y no indígena (gubernamental) que elaborarán planes de desarrollo.Todo apuntará a mejorar la capacidad de los hogares indígenas para generar ingresos autónomos, fortaleciendo el capital humano y social de las comunidades y organizaciones; promoviendo la valoración, protección y fomento del patrimonio cultural y natural de cada pueblo originario.

El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, destacó los beneficios que el programa ha traído a las comunidades y comentó que se trata de un ejemplo que puede ser replicado en otros países latinoamericanos.

A su vez, la Presidenta Michelle Bachelet aseguró que el gobierno hará todos los esfuerzos para que el programa se haga bien y se pueda realizar una tercera fase.